
Virtualización
La virtualización aporta el dinamismo necesario para que los departamentos de TI adapten sus infraestructuras a estos entornos cambiantes.
En las situaciones de cambio dinámico a las que se enfrentan las empresas en la actualidad, las estructuras tradicionales de sistemas de información han quedado obsoletas. La virtualización aporta el dinamismo necesario para que los departamentos de TI adapten sus infraestructuras a estos entornos cambiantes. Entre las ventajas aportadas por la virtualización podemos destacar:
Virtualización de servidores
Mediante la virtualización de servidores, aumentamos la eficiencia de aprovechamiento del hardware de un 10% a un 80%, reduciendo por tanto las necesidades del mismo en un ratio de 10:1 o más. Además al independizar nuestros entornos del hardware incrementamos la rapidez del aprovisionamiento de nuevos servicios, centralizamos la administración y la monitorización del rendimiento de un modo sencillo e integramos fácilmente procedimientos de continuidad de negocio y de recuperación ante desastres.
Virtualización de puestos cliente
Gracias a la virtualización del puesto de trabajo, desplazamos hacia el Datacenter la Gestión, administración y aprovisionamiento de nuevos escritorios para nuestros usuarios, tanto locales como remotos, lo que permite reducir los costes operativos de forma significativa, empezando por el hardware cliente transformado en thin-clients, reduciendo los desplazamientos y las llamadas a soporte, homogeneizar los entornos, disminuyendo las necesidades de almacenamiento, y facilitando la migración hacia nuevos sistemas operativos, versiones de aplicaciones, etc. Asimismo dota al puesto de trabajo de características empresariales propias del Datacenter tales como la alta disponibilidad, la continuidad de negocio y recuperación ante desastres e incrementa la seguridad corporativa y el cumplimiento de políticas de licencias.
Virtualización de aplicaciones
virtualización de aplicaciones permite empaquetar las aplicaciones que se ejecutan en un entorno aislado unas de otras y del sistema operativo para evitar conflictos en los dispositivos finales, implementando el principio de mínimo privilegio, simplificando la migración de sistemas operativos, ejecutando aplicaciones antiguas, aunque presenten incompatibilidades con nuestros entornos actuales, reduciendo el tiempo de testeo y despliegue y facilitando la estandarización y la seguridad corporativa.